A cien años del natalicio de Werner Mathias Goeritz Brunner
- Diego Vergara/Alejandro Canales
- 22 ene 2015
- 4 Min. de lectura

Werner Matthias Goeritz Brunner_
Catedrático de 1949-1953. Nacido en Danzing (Prusia Oriental, Imperio Alemán; hoy Gdansk, Voivodato de Pomerania, Polonia) Doctor en Historia del Arte y un artista con una energía y creatividad impresionante, inmediatamente se adaptó a nuestro medio y además de aportar a la arquitectura, al arte y la cultura de nuestro país como pocos, aprovechó para desarrollar una producción artística de altos vuelos, influir en jóvenes artistas y arquitectos que al día de hoy, sin duda, le deben en gran medida sus enseñanzas y el haber tenido la oportunidad de conocerlo y aprovechar su vasta cultura y sobre todo su apertura a las nuevas ideas y creaciones.
Fue una verdadera “adquisición” (dirían en el argot futbolero) que tan singular artista y creador se incorporará a la escuela de arquitectura de Guadalajara. Mathias Goeritz no sólo era “el genio”(dice Silvio Alberti) de Díaz Morales, sino también su contrapeso: el primero daba alas a una libertad de imaginación que el segundo parecía constreñir entre teorías. Fue una combinación perfecta; en realidad, el apoyo irrestricto del director hacia Mathias habla muy bien de aquél, contradice su pretendida tolerancia.
A su arribo a México, a Guadalajara primeramente, invitado por Díaz Morales a instancias de Alejandro Rangel Hidalgo para incorporarse a la reciente creada escuela de arquitectura de la Universidad de Guadalajara, Mathias Goeritz tenía ya una amplia experiencia en el ámbito del arte y la cultura en general, su paso y breves estadías por varias ciudades europeas: Francia, Polonia, Austria, Checoslovaquia, la República Soviética ,España, incluso Marruecos donde imparte clases de historia del arte, finalmente se establece en Granada, donde trabaja como pintor y expone con el seudónimo de Ma Go en exposiciones colectivas, en el verano del 46 así mismo expone en la librería-galería “Clan” en Madrid, ciudad donde se instala a partir de enero de 1947.
A partir de ahí establece una relación con artistas españoles, durante el año de 1949 se encarga de la coordinación editorial de la galería Clan, para la cual publica la colección de Artistas Nuevos, una serie de monografías de arte sobre las obras de artista que principalmente abanderarán movimientos de vanguardia, particularmente con el surrealismo.
Un momento importante y tal vez decisivo en su producción artística en general es cuando expone de manera individual en el Salón Alerta de Santander, ya que se puede apreciar la influencia que ejercieron sobre él los dibujos prehistóricos de las cuevas de Altamira.
Es durante esta época y a través de Rangel Hidalgo, que Mathias Goeritz se entera de la búsqueda de profesores europeos que realizaba un arquitecto mexicano para integrar un cuerpo docente de alto nivel e invitarlos a participar en esta “aventura” de la cual no existían antecedentes que le precedieran.
Acepta la propuesta del Arq. Ignacio Díaz Morales y, junto con su esposa Marianne, arriban a la ciudad de Guadalajara para llevar la cátedra de historia del arte.
Casi de inmediato, toda vez que en la entonces jovencísima escuela, se buscaban nuevas rutas en la enseñanza del quehacer arquitectónico y artístico. Se crea la materia de “Educación Visual”, la cual genera un impacto y un ambiente verdaderamente favorables tanto para el propio Mathias, como para la escuela, sus alumnos y podemos decir sin ningún temor a equivocarnos en ello, para el desarrollo del arte y la cultura en general de nuestro país.
Siempre irreverente, provocador, lleno de una vitalidad que contagiaba a propios y extraños impulsó rápidamente la creación de galerías, exposiciones de artistas célebres como Manet, Cézanne, Toulousse Lautrec, entre otros.
Organiza la exposición Homenaje a Paul Klee en la galería “Camarauz”, expone obras suyas en España, en la ciudad de México, conoce y establece relaciones con otros artistas e intelectuales mexicanos como Luis Barragán, Chucho Reyes Ferreira, Juan Soriano y mantiene una estrecha relación con artistas de otras latitudes que le permiten además de cumplir con sus labores docentes, realizar labores de promotor, incitador cultural y del pensamiento artístico, el cuál con el tiempo ha sido ya valorado en su justa dimensión y me atrevo a pensar que el próximo año(2015) que se celebra el centenario de su nacimiento, que se le otorgará un espacio importante en la agenda cultural en nuestro país.
El proyecto del “Museo Experimental El eco” durante el año de 1952 nos habla ya del artista en plena madurez y se convierte en un referente y solicitado artista en el medio nacional e internacional, es invitado a participar en múltiples proyectos del cuál sería imposible enumerar en esta ocasión pero considero oportuno destacar que nunca pierde su vínculo con la ciudad de Guadalajara, con sus alumnos y discípulos, colegas y amistades que estableció durante su breve estancia en la ciudad de Guadalajara. Reconoció que la misma ciudad fue la cuna de su desarrollo creativo como artista escultor urbano que vería culminada , es una opinión muy personal, en el”Conjunto Escultórico” de Ciudad Universitaria en el año de 1978-1980, junto con Helen Escobedo, Hersua, Federico Silva, Manuel Felguérez y Sebastián.
Cabe también mencionar que Marianne Gast de Goeritz se incorpora también al cuerpo docente de la escuela impartiendo Francés I y II en la propia escuela de arquitectura de la Universidad de Guadalajara.
Fuentes:
Gonzalez Gortazar, Fernando "Mathias Goeritz en Guadalajara"
Editorial Universidad de Guadalajara. 1991
Gonzalez Gortazar, Fernando "La fundación de un sueño"
Editorial Universidad de Guadalajara. 1995
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